En el imaginario colectivo, se tiende a pensar en Bruselas como una capital europea que sólo se visita cuando se ha terminado el recorrido por las grandes ciudades, dando por sentado que sus atracciones o monumentos más emblemáticos no están a la altura de los lugares más famosos de Europa.
Sin embargo, la capital de Bélgica tiene mucho que ofrecer: basta pensar en los diversos centros museísticos, las bellezas Art Nouveau, las delicias culinarias y los edificios históricos diseminados por la ciudad.
Por cierto, hoy en día visitar Bruselas es realmente muy fácil gracias a la posibilidad de contratar un jet privado, un método de viaje que permite a los turistas adinerados llegar a la ciudad en muy poco tiempo y disfrutar de múltiples servicios premium directamente en el aeropuerto, así como de una buena dosis de privacidad y comodidad aseguradas.
En resumen, aunque sea maltratada por muchos viajeros, Bruselas puede vengarse simplemente ofreciendo una larga lista de lugares que visitar: ¿cuáles?
¡Examinémoslos juntos en los párrafos siguientes!
Antecedentes históricos y geográficos de Bruselas
Bruselas está situada en el corazón palpitante de Bélgica, en las laderas de un inmenso valle que se extiende desde las colinas de Brabante. Alrededor del centro principal de la ciudad hay múltiples suburbios habitados que forman un área metropolitana muy grande y extensa, además de densamente poblada, lo que convierte a Bruselas en uno de los centros económicos más importantes de Europa. Además, el canal de Willebroek, que desemboca en el puerto fluvial del norte de la ciudad, se une al Rupel, otra vía fluvial que marca los límites naturales de la aglomeración. Aunque se desconoce la fecha exacta de la fundación de Bruselas, lo más probable es que fuera el conde de Brabante quien mandó construir una fortaleza en la zona donde ahora se levanta la ciudad por orden de un emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Sin embargo, no fue hasta el siglo XII, cuando la familia aristocrática se instaló en la zona, cuando la pequeña ciudad recién fundada empezó a prosperar, gracias también a las primeras relaciones comerciales que empezó a tejer. A mediados del siglo XV, Bruselas pasó a estar bajo el control del Imperio español, convirtiéndose en la sede de los gobernadores de Flandes; sin embargo, aproximadamente un siglo después, las Provincias Unidas del norte se separaron y la ciudad belga siguió siendo la capital de los Países Bajos españoles. Durante las sangrientas Guerras de Religión, Bruselas desempeñó un papel crucial, pues se convirtió en la sede donde se expandieron el luteranismo y el calvinismo. No sólo eso, gracias a los movimientos revolucionarios liderados por Guillermo de Orange, Bruselas apoyó la guerra por la independencia a pesar de que la inestabilidad política de la época dañó la economía de la ciudad y la sumió en una grave crisis. Después de que las tropas de Napoleón que habían ocupado la ciudad fueran derrotadas en Waterloo, Bruselas se unió al Reino de los Países Bajos creado tras el Congreso de Viena; unos años más tarde, Bélgica consiguió su ansiada independencia de los Países Bajos y nombró a Bruselas su capital. A lo largo de los años, la capital belga ha sido sede de nada menos que tres exposiciones universales, mientras que hoy es una ciudad cosmopolita que alberga la Unión Europea y otros organismos internacionales reconocidos mundialmente.
Qué ver y hacer en Bruselas
El corazón palpitante de Bruselas y sus actividades
Un hipotético itinerario para visitar Bruselas a lo largo y ancho podría partir de la Grand Place, dominada por varios edificios históricos como el Ayuntamiento y la Maison du Roi, por no hablar del hermoso acontecimiento anual que se celebra en este amplísimo espacio urbano, la Infiorata, un evento estival que presenta plantas y flores en forma de una enorme alfombra floral que se instala en la plaza. Aquí, los amantes de la naturaleza pueden admirar las últimas creaciones basadas en el uso de plantas y flores en el diseño de viviendas modernas, mientras disfrutan de excelente cerveza y chocolate en los quioscos cercanos. Para los turistas más adinerados, cerca de la Grand Place también están las Galeries Royales Saint Hubert, una galería comercial que alberga boutiques de alta costura, restaurantes gourmet y teatros de ópera donde pueden asistir a los conciertos de música clásica más famosos de la temporada mientras disfrutan de privilegios exclusivos reservados para ellos.
El Barrio Europeo
Otro foco muy importante de la ciudad es el Barrio Europeo, una zona urbana donde se encuentran los edificios de la Comisión Europea y del Parlamento de la UE, ambos visitables por dentro. No es casualidad, de hecho, que las visitas privadas organizadas para la ocasión e ideales para turistas adinerados estén disponibles a cualquier hora del día y todos los días para dar a quienes lo deseen la oportunidad de admirar de cerca las salas de conferencias donde se reúnen los miembros del Consejo Europeo y del Parlamento. También merece la pena mencionar el Atomium, una maravillosa joya arquitectónica construida para la Expo de 1958 y que sigue ofreciendo vistas panorámicas de la ciudad desde sus esferas.
Los mejores restaurantes de Bruselas
Conocida por la calidad de sus delicias culinarias y la historia que hay detrás de cada una de ellas, Bruselas ofrece a los turistas adinerados una amplia gama de lugares y restaurantes gastronómicos donde pueden ir a degustar los platos locales. Por ejemplo, Comme Chez Boi es uno de los más famosos, ya que ha sido galardonado con varias estrellas Michelin a lo largo de los años; su cocina mezcla a la perfección las tradiciones francesa y belga, con platos en los que prima la máxima calidad de los ingredientes. También merece la pena mencionar Bon-Bon, otro restaurante galardonado con 2 estrellas Michelin que ofrece a los comensales platos tradicionales belgas en un entorno moderno pero elegante. También merece una mención Le Rebassier, un restaurante con estrella Michelin especializado en platos con trufa, presente desde los entrantes hasta los postres en todas sus connotaciones de sabor.
Clima y mejor época para visitar Bruselas
El clima de Bruselas es suboceánico pero muy húmedo, con veranos bastante frescos e inviernos fríos pero no demasiado rigurosos. El periodo primaveral se caracteriza por un tiempo muy inestable: las temperaturas no siempre son tan suaves, mientras que los días alternan de soleados a lluviosos. Sin embargo, es la temporada para descubrir aún más los espacios verdes de la ciudad, coloreados por el despertar de la naturaleza, así como una serie de eventos al aire libre celebrados en el corazón de la ciudad. El verano en Bruselas es muy agradable, aunque nunca faltan los días nublados y lluviosos. Las temperaturas medias rondan los 30°C, en conjunto un clima muy agradable que permite organizar numerosos actos y festivales, así como los habituales paseos en bicicleta que a los habitantes les encanta dar. A partir de mediados de septiembre, el clima se enfría bastante: pasamos de días suaves a las primeras heladas nocturnas, con temperaturas que descienden a unos 15°C durante el día y por la noche pueden alcanzar los 10°C. Las precipitaciones vuelven a ser abundantes, con chubascos repentinos y bastante intensos. El invierno es muy frío en Bruselas, con temperaturas que pueden descender por debajo del punto de congelación en diciembre, enero y febrero; pueden producirse nevadas, pero son limitadas. A pesar del tiempo, el clásico ambiente navideño tiñe la ciudad de una atmósfera mágica caracterizada por las luces de los mercados y la posibilidad de visitar museos o patinar sobre hielo en la Grand Place. Dicho esto, la mejor época para fletar un avión privado a Bruselas es sin duda la primavera o el verano, que son estaciones perfectas por el clima y la afluencia turística no tan asfixiante.
Cómo y por qué volar en avión privado a Bruselas
El Aeropuerto Internacional de Bruselas (código OACI EBBR) es hoy el más importante de Bélgica y uno de los mayores de Europa debido a su situación estratégica; sin embargo, su historia se remonta a principios de siglo, cuando sólo se utilizaba como campo de aterrizaje para dirigibles. Durante el periodo de posguerra, las renovaciones, ampliaciones y mejoras de las instalaciones existentes hicieron que el aeropuerto fuera increíblemente moderno y adecuado para más de 20 millones de pasajeros que lo utilizan como centro de conexión con muchas otras localidades de los alrededores. Además, los parlamentarios que viajan regularmente al barrio europeo de la ciudad suelen alquilar un avión privado para llegar rápidamente a Bruselas. Por ello, la terminal de aviación general les ofrece un gran número de servicios exclusivos, empezando por las distintas salas VIP, como The Suite o The Loft, que ofrecen WiFi gratuito, duchas, televisores, zonas de descanso, puntos de restauración, tiendas y una amplia selección de revistas internacionales. Y no sólo eso, el Centro de Reuniones Regus Skyport, dentro del aeropuerto, ofrece modernas salas de conferencias totalmente equipadas para hasta 80 personas. Las vías rápidas y los mostradores de facturación reservados permiten a los pasajeros de vuelos privados realizar los trámites aeroportuarios con total privacidad y rapidez. La distancia de unos 15 km entre el aeropuerto y el centro de la ciudad se puede recorrer en taxi, en coche de alquiler con conductor o reservando un servicio de limusina sincronizado con tu horario para llegar a la ciudad en el menor tiempo posible.
¿Cuánto cuesta un vuelo privado a Bruselas?
Los hombres y mujeres de negocios que viajan a Bruselas por negocios suelen partir de París, que está a 1 hora y 15 minutos en avión; puedes alquilar un avión ligero por unos 6.000 euros, un avión mediano por 14.000 euros y un avión grande por 18.000 euros. El vuelo es un poco más largo si sales de Palma de Mallorca: su duración es de unas 2 horas y 20 minutos, mientras que los precios de alquiler de las 3 categorías de reactores mencionadas ascienden a unos 12.000, 21.000 y 30.000 euros respectivamente. Una distancia muy similar separa Bruselas de Roma Ciampino: la Ciudad Eterna está a unas dos horas de vuelo y cuesta 12.000 euros con un avión ligero, 22.000 euros con un avión mediano y 31.000 euros con un avión grande.
El avión más adecuado para volar a Bruselas
El Pilatus PC-24 es un reactor ligero de altas prestaciones para vuelos de corta distancia. Ofrece 6 plazas en su cabina interior, una velocidad de crucero de unos 750 km/h y una autonomía no superior a 2000 km. Sin embargo, la comodidad que ofrecen sus asientos hace que el viaje sea confortable sea cual sea el trayecto a recorrer. El Cessna Citation VII, por su parte, es un Medium Jet que amplía el número de plazas a ocho, garantizando una autonomía de 3.500 km y una velocidad media de 800 km/h; no sólo eso, esta aeronave dispone de sofás, mesas y asientos reclinables, ofreciendo así niveles de confort muy elevados.
Entre los Grandes Jets, merece la pena mencionar el Falcon 7X por sus 13 plazas y sus sensacionales parámetros: su velocidad máxima se acerca a los 900 km/h y los kilómetros recorridos con un solo depósito de combustible superan los 7.500 km, ¡lo que permite a los pasajeros realizar largas travesías con los más altos niveles de confort!
Los vuelos más frecuentes desde y hacia Bruselas
A continuación encontrarás los enlaces más frecuentes a Bruselas: