De manera puramente extraoficial, Budapest es sin duda un destino muy solicitado por turistas de todos los rincones del planeta y, sobre todo, por los más adinerados, ya que, gracias a su situación geográfica, también se puede llegar fácilmente a ella alquilando un jet privado.
Es una opción de viaje que permite a esta categoría de turistas saborear las bellezas arquitectónicas, tradicionales e históricos de la capital húngara, aprovechando una serie de servicios exclusivos que les garantizan un viaje cómodo, confidencial y con gran flexibilidad.
Sin embargo, desde un punto de vista puramente oficial, Budapest forma parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO gracias a los monumentos de su centro histórico, así como a sus baños termales conocidos en toda Europa.
Pero, ¿qué otra información útil sobre esta solución de viaje tan especial y sobre qué hacer y ver en Budapest?
¡Analizamos esto y más en este artículo!
Antecedentes históricos y geográficos de Budapest
La situación de Budapest es muy especial porque su morfología es increíblemente variada: no es casualidad que su centro urbano se encuentre en la Gran Llanura Húngara, una zona muy extensa, en su mayor parte llana, rodeada de un relieve montañoso o accidentado. Una de las arterias más importantes es el Danubio, río que atraviesa Budapest y la divide esencialmente en dos grandes zonas situadas en sus orillas. La historia de la ciudad húngara comienza en torno al siglo I a.C., cuando los celtas iniciaron su primer asentamiento a orillas del Danubio; unos siglos más tarde, sin embargo, fueron los romanos quienes tomaron posesión de ella y la convirtieron en una de las ciudades más importantes de la antigua Panonia. Durante su dominio, los romanos explotaron este lugar construyendo diversos edificios, tanto civiles como militares, así como anfiteatros, termas, acueductos y villas. Sin embargo, durante el siglo X, los romanos fueron literalmente expulsados por los húngaros, que la convirtieron en residencia de reyes y príncipes. Durante el siglo XII, la ciudad fue prácticamente arrasada por los mongoles, pero se reconstruyó pocos años después del trágico suceso. A principios del siglo XVI, Budapest se convirtió en escenario de la agresión armada de los turcos, que no hicieron más que iniciar una serie de conflictos que terminaron con la batalla de Mohacs. Aún hoy pueden verse en la ciudad varios testimonios al aire libre del paso de los otomanos, gracias a múltiples edificios de puro estilo gótico. La población y la economía de Budapest volvieron a crecer a partir del siglo XIX, abarcando incluso algunos de los suburbios que se habían creado entretanto y quintuplicando el número total de habitantes que vivían en ellos. La I Guerra Mundial y, más tarde, la II Guerra Mundial también causaron muchas víctimas debido a la ocupación alemana y a los millones de víctimas del Holocausto; no sólo eso, la ciudad húngara también sufrió el asedio soviético en 1945 y el Levantamiento Húngaro 10 años después, experimentando un gran descenso de población. Sólo en los últimos años Budapest ha resurgido entre los turistas, convirtiéndose en una de las capitales europeas más visitadas y, por tanto, experimentando un increíble crecimiento en el sector turístico.
Qué ver y hacer en Budapest
Eventos musicales, artísticos y teatrales de Budapest
Además de poseer un inmenso patrimonio histórico, Budapest también es conocida por los acontecimientos artísticos, culturales y musicales que se celebran en la ciudad a lo largo del año. Hay que mencionar el Teatro Nacional Húngaro Nemzeti Szinhaz, uno de los teatros de ópera más importantes de Europa Oriental, ya que es capaz de albergar festivales de ópera y teatro de gran repercusión. Las celebridades internacionales y las estrellas mundiales se cuentan entre los primeros espectadores de estas kermeses, gracias también a una serie de servicios exclusivos puestos a su disposición, desde traslados privados al teatro hasta logias VIP desde las que pueden disfrutar de una maravillosa vista del escenario. No sólo eso, otros lugares muy importantes de Budapest son el Museo de Artes Aplicadas y la Galería Nacional del Palacio de Buda, ambos edificios albergan exposiciones exclusivas que los turistas adinerados pueden admirar de cerca durante todo el año. También cabe mencionar el Festival de Primavera de Budapest, el Festival de Otoño y, sobre todo, el Festival Internacional de Cine Titanic, un acontecimiento que presenta por primera vez en la gran pantalla las películas más recientes de diversas producciones cinematográficas y, por ello, el parterre de estrellas y famosos que asisten es obviamente muy numeroso.
El centro histórico de Budapest
El corazón palpitante de Budapest es sin duda su centro histórico bañado por el Danubio y salpicado de monumentos como el maravilloso edificio del Parlamento, el Puente de las Cadenas, el Castillo de Budapest o el New York Café, un restaurante bohemio de arquitectura opulenta y elegante. Los turistas más pudientes pueden contratar una lujosa excursión privada en barco por el Danubio para disfrutar de una vista exclusiva de todo el centro histórico de la ciudad, e incluso tomar una copa de champán a bordo mientras admiran el Edificio del Parlamento, que ilumina la ciudad con una luz mágica durante las horas nocturnas.
Los Baños de Budapest
Budapest es la capital mundial del balneario, un auténtico centro termal al aire libre donde numerosos locales, balnearios y hoteles ofrecen servicios de bienestar gracias a las inagotables fuentes de agua termal. Por supuesto, no se puede dejar de mencionar el Baño Termal Szechenyi, el complejo neobarroco más famoso de Budapest, con nada menos que tres piscinas al aire libre y 10 cubiertas, además de numerosas saunas. Los turistas más acomodados pueden acudir allí aprovechando las diversas comodidades preparadas para ellos, que les permiten disfrutar de una experiencia de bienestar de forma totalmente privada y desvinculada de las tradicionales, para que puedan relajarse en un ambiente totalmente despreocupado.
Los hoteles más lujosos de Budapest
Una de las opciones de alojamiento más conocidas y famosas de Budapest es sin duda el Hotel Aria, un hotel inolvidable situado en el centro histórico de la ciudad que seduce a los turistas VIP con su exquisita arquitectura, su ambiente lujoso y su decoración basada en distintos géneros musicales. La enorme piscina cubierta con hidromasaje proporciona a los huéspedes momentos de relajación, mientras que el Harmony Spa ofrece los lujos de una experiencia de spa moderna. También merece la pena mencionar el Hotel Kempinski, un lujoso y vanguardista establecimiento que, con sus 315 habitaciones y varias salas de reuniones, permite a los viajeros de negocios ocuparse de sus asuntos con la máxima comodidad.
Clima y mejor época para visitar Budapest
Budapest se caracteriza por un clima continental, con veranos bastante cálidos e inviernos más bien fríos. La primavera está dominada por temperaturas que empiezan a subir gradualmente a partir de abril, lo que permite a los turistas visitar la ciudad con un tiempo fresco pero agradable. Sin embargo, el predominio de los días soleados no evita totalmente los lluviosos, ya que pueden producirse tormentas repentinas con frecuencia. El verano en Budapest es bastante abrasador, con temperaturas que superan fácilmente los 30°C en julio y agosto. Obviamente, ésta es la temporada turística alta debido al clima tan agradable y a los diversos acontecimientos que se celebran en la ciudad. El tiempo se enfría a partir de mediados de septiembre, y el follaje de los árboles empieza a caer lentamente, inundando los parques del típico ambiente otoñal. La lluvia cae con más frecuencia e intensidad, mientras que las temperaturas descienden incluso por debajo de los 15ºC. Los inviernos en la capital húngara son muy fríos, con temperaturas bajo cero muy a menudo; las nevadas no son tan raras y, cuando se producen, blanquean totalmente la ciudad, añadiendo un ambiente increíblemente pintoresco. La mejor época para fletar un avión privado a Budapest sigue siendo la primavera o principios del verano, estaciones en las que el tiempo es agradable y la afluencia turística no es tan pronunciada.
Cómo y por qué volar en avión privado a Budapest
El Aeropuerto Internacional de Budapest (código OACI LHPB) sustituyó por completo al Aeropuerto de Budaors, cuya capacidad empezó a ser insuficiente para el volumen de pasajeros que manejaba. Fue a partir de 2003 cuando el número de compañías aéreas empezó a crecer cada vez más. Asimismo, el centro de operaciones de la capital húngara también empezó a acoger numerosos vuelos privados y, por tanto, se inició la construcción de la tercera terminal para clasificar mejor a los pasajeros. En la actualidad, el aeropuerto de Budapest cuenta con una terminal dedicada a la aviación general que ofrece a los turistas chárter un amplio servicio VIP con salas VIP, catering, asistencia individual, salas de conferencias equipadas, una Sala VIP, WiFi gratuito y una Sala de Negocios. No sólo eso, los vuelos chárter pueden aterrizar y despegar con seguridad de las 2 pistas a cualquier hora del día e independientemente del tamaño o clase del avión seleccionado, porque las Reglas de Vuelo Visual y las Reglas de Vuelo Instrumental que sigue la torre de control guían eficazmente a los aviones. El centro de Budapest está a unos 25 km del aeropuerto, una distancia que se puede recorrer utilizando autobuses VIP, coches de alquiler con o sin conductor, un servicio de limusinas que puede recoger al pasajero directamente en la pista, e incluso un helicóptero para llegar a la ciudad en el menor tiempo posible.
¿Cuánto cuesta un vuelo privado a Budapest?
La situación geográfica de Budapest permite llegar a ella en jets privados que parten de los destinos más diversos de Europa, como Barcelona, que está a unas 2 horas y 45 minutos; en este caso, el precio de alquiler de un Jet Ligero es de unos 13.000 euros, que se elevan a unos 25.000 euros con un Jet Mediano y a unos 35.000 euros con un Jet Grande. En cambio, la duración del vuelo entre la capital húngara y Niza es un poco más corta, ya que se trata de un trayecto de dos horas; el coste de alquilar un Light Jet es de unos 10.000 euros, mientras que el de alquilar un Medium Jet o un Large Jet es de unos 18.000 y 27.000 euros respectivamente. La Ciudad Eterna está separada de Budapest por aproximadamente 1 hora y 35 minutos de vuelo: un Jet Ligero está disponible por unos 9.000€, un Jet Medio por unos 16.000€ y un Jet Grande por unos 24.000€.
El avión más adecuado para volar a Budapest
El Cessna Citation CJ4 es sin duda un reactor ligero de altas prestaciones por los parámetros que ofrece a quienes lo alquilan: dispone de siete plazas, la velocidad máxima alcanzable es de unos 800 km/h y la autonomía supera los 3500 km en total, todo ello con una cabina perfectamente capaz de poner a sus pasajeros a sus anchas. Resultados similares se consiguen con el Cessna Citation Sovereign, un reactor medio que amplía la capacidad a 8 plazas con una autonomía mejorada de más de 4000 km con un solo depósito. La velocidad máxima se sitúa en 820 km/h, mientras que el confort extremo de los asientos reclinables y los sofás cama permanece inalterado. Para distancias más largas, puedes fletar el Gulfstream G500, un gran reactor que ofrece 14 plazas en su enorme cabina interior, una velocidad de crucero de casi 950 km/h y una autonomía de más de 7500 km, ¡características que hacen del vuelo una experiencia de viaje inolvidable!
Los vuelos más frecuentes desde y hacia Budapest
A continuación se indican las conexiones más frecuentes con Budapest: